
Dificultad
FácilTiempo de cocción
35 minutosIngredientes (para 4 personas)
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1 solomillo de cerdo (500-600 g)
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2 cucharadas de mostaza de Dijon
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2 dientes de ajo
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1 ramita de romero fresco
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1 ramita de tomillo
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Sal y pimienta negra al gusto
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2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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100 ml de vino blanco seco (opcional)
Primeros pasos de elaboración
Precalienta el horno a 200?°C.
Limpia el solomillo quitando la grasa visible si la tuviera.
Salpimienta toda la pieza por ambos lados.
Pela los ajos y pícalos muy finos o machácalos con un mortero.
En un bol pequeño, mezcla los ajos, la mostaza, las hierbas picadas y el aceite de oliva.
Unta el solomillo con esta mezcla por todos los lados, asegurándote de que quede bien cubierto.
Consejos:
El truco está en masajear la carne con el adobo: así los sabores penetran mejor y la superficie se dora de forma uniforme.

Segundos pasos de elaboración
Coloca el solomillo en una fuente para horno.
Si quieres, añade un chorrito de vino blanco para darle más aroma y jugosidad durante la cocción.
Hornea durante 25-30 minutos, dependiendo del grosor de la pieza.
A mitad de cocción, abre el horno y con una cuchara baña la carne con sus propios jugos.
Consejos:
No hornees demasiado: cuando el solomillo empieza a soltar un poco de jugo rosado, está en su punto justo.

Tercer paso de elaboración
Saca el solomillo del horno y déjalo reposar unos 5 minutos antes de cortarlo.
Esto permite que los jugos se redistribuyan y quede más tierno.
Córtalo en medallones de 1 a 2 cm y sírvelo con su jugo por encima.
Consejos:
El reposo tras el horneado es clave: evita que la carne se seque al cortarla.