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Consejos y ayudas


Cómo conservar las verduras para que duren más

Foto 2 Cómo conservar las verduras para que duren más

Lo que debes saber antes de guardarlas

El primer paso es saber que no todas las verduras se conservan igual. Algunas necesitan frío, otras no. Algunas se conservan mejor enteras, otras troceadas. Vamos por partes:

  •     Verduras de hoja como la lechuga, las espinacas o las acelgas necesitan humedad, pero no en exceso. Lo ideal es envolverlas en papel de cocina (para absorber el agua extra) y guardarlas en una bolsa perforada dentro de la nevera.

  •     Tomates: aunque técnicamente son una fruta, los tratamos como verdura. Nunca los metas en la nevera. El frío les quita sabor. Guárdalos fuera, en un lugar fresco, boca abajo si están muy maduros.

  •     Cebollas, ajos y patatas: estos deben ir fuera de la nevera, en un lugar seco, oscuro y con buena ventilación. Si los mezclas entre ellos, se estropean antes.

  •     Zanahorias, puerros y apio: lo ideal es meterlos en la nevera en bolsas reutilizables o envueltos en un paño húmedo.

  •     Pimientos, calabacines y berenjenas: aunque pueden aguantar fuera un par de días, duran más si los guardas en la nevera.

El truco está en observar el tipo de verdura y ajustar su espacio de conservación. Con un poco de práctica, lo harás automáticamente.

“Cada verdura tiene su espacio ideal: conocerlo es la clave para evitar que se estropee.”

Foto 2 Cómo conservar las verduras para que duren más

Trucos caseros para alargar la frescura

Además del sitio adecuado, hay técnicas sencillas que ayudan mucho:

  •     No laves antes de guardar. Salvo que sea estrictamente necesario, lo mejor es lavar las verduras justo antes de usarlas. El agua puede acelerar el deterioro si se quedan húmedas.

  •     Guarda por separado. Algunas verduras (y frutas) emiten un gas llamado etileno que acelera la maduración. Por ejemplo, los plátanos o las manzanas. No mezcles estos con tus verduras.

  •     Reutiliza frascos y tarros de cristal. Si cortas un poco de cebolla o pimiento y te sobra, guárdalo en un frasco con tapa en la nevera. Se conserva mejor que envuelto en plástico.

  •     Congelar también es opción. Puedes picar espinacas, cebolla o zanahoria y congelarlas en pequeñas bolsas o cubiteras. Luego las usas directamente para cocinar.

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Y sobre todo, no compres más de lo que vayas a usar. Es preferible comprar más seguido que tener el cajón de la nevera lleno y terminar tirando cosas.

“Conservar bien las verduras no solo evita desperdicios: también mantiene el sabor y los nutrientes.”


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