Dificultad
FácilTiempo de cocción
40minutosIngredientes (para 4 personas):
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8–10 salchichas de Frankfurt grandes
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1 cebolla mediana
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2 zanahorias
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1 pimiento verde (o medio si es grande)
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200 g de guisantes (frescos o congelados)
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400 g de tomate triturado (o salsa de tomate natural)
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150 ml de caldo de pollo o verduras (o agua)
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2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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Sal y pimienta negra al gusto
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Una pizca de azúcar (opcional, para corregir acidez)
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Perejil fresco picado (opcional)
Primeros pasos de elaboración
Corta las salchichas en rodajas de 1 a 2 cm.
Pela y pica la cebolla.
Corta las zanahorias en rodajas finas y el pimiento en dados pequeños.
Calienta el aceite en una sartén amplia y sofríe la cebolla durante unos 5 minutos, hasta que esté transparente.
Consejos:
Cocina la cebolla a fuego medio-bajo: si se dora demasiado rápido, pierde dulzor y textura suave.
Segundos pasos de elaboración
Incorpora las zanahorias y el pimiento verde.
Cocina unos 8–10 minutos removiendo de vez en cuando.
Añade el tomate triturado y el caldo.
Agrega sal, pimienta y una pizca de azúcar si notas acidez en el tomate.
Lleva a ebullición.
Cuando rompa a hervir, baja el fuego, tapa dejando una rendija y cocina 15–20 minutos hasta que las verduras estén tiernas y la salsa espese ligeramente.
Consejos:
No tapes del todo la cazuela: dejar escapar un poco de vapor evita que la salsa quede aguada.
Añade las salchichas y los guisantes.
Cocina durante 5–7 minutos más, hasta que las salchichas estén calientes y los guisantes cocidos.
Prueba y ajusta sal y pimienta.
Sirve caliente con un poco de perejil fresco por encima.
Consejos:
Si usas guisantes congelados, añádelos directamente sin descongelar: así conservan mejor el color y la textura.
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