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Sabores de otoño: carnes y acompañamientos que triunfan
El otoño es una estación generosa: trae consigo el sabor profundo de la tierra, las primeras setas, las castañas y las hortalizas dulces que tanto combinan con la carne. Por eso, los platos de la Castañada suelen girar en torno a recetas tradicionales, cocinadas sin prisas y con productos de temporada.
En esta fecha, los hogares se llenan de castañas, panellets, boniatos y vino dulce, pero también de guisos, carnes tiernas y platos que reconfortan.
Es una comida que une generaciones, en la que cada familia conserva su toque personal.
Entre las opciones más sabrosas están:
- Pollo con castañas: un guiso tradicional que no puede faltar. La carne se cocina lentamente con cebolla, tomate, laurel y castañas cocidas, que le aportan una textura cremosa y un sabor ligeramente dulce. Es una receta de domingo, ideal para compartir.
- Butifarra con setas: una combinación sencilla, típica del otoño catalán. Las setas (rovellons, champiñones o níscalos) aportan un toque de bosque y aroma natural. Basta saltearlas con ajos tiernos y perejil para conseguir un plato lleno de carácter.
- Costillas de cerdo al horno con boniato y cebolla: el contraste entre la carne jugosa y el dulzor del boniato hace de este plato un clásico infalible. Si se hornea a fuego lento con romero y vino blanco, el resultado es espectacular.
- Estofado de ternera con setas y vino tinto: plato de cuchara con todo el sabor del otoño. La carne, tierna y melosa, se impregna de los aromas del vino, las verduras y las setas, ofreciendo una textura que se deshace al primer bocado.
- Roti relleno de carne picada y frutos secos: una opción festiva y diferente. Se trata de carne enrollada rellena con una mezcla de carne picada, pistachos, ciruelas y orejones. Al asarse, el relleno libera aromas dulces que se mezclan con la jugosidad de la carne.
Platos para compartir en familia
La Castañada es una fiesta que se vive en familia, alrededor de la mesa o junto al fuego. Por eso, los platos más valorados son los que se pueden preparar con antelación, se sirven calientes y reúnen a todos en torno a una fuente humeante.
Una buena idea es preparar una carne asada al horno, que se mantenga tierna y jugosa incluso después de reposar. El cordero al horno con hierbas aromáticas o el redondo de ternera relleno de ciruelas y frutos secos son elecciones excelentes. Acompáñalos con patatas panaderas, boniatos asados o cebollitas glaseadas, y tendrás una comida de celebración completa.
Para abrir el apetito, puedes ofrecer una tabla de embutidos tradicionales (longaniza, fuet, butifarra blanca y negra) junto con pan con tomate y un vino joven del año.
Estos sabores sencillos, combinados con el aroma de las castañas asadas, crean un ambiente cálido y festivo.
El secreto de una buena comida de la Castañada está en cocinar con productos de temporada: castañas, setas, boniatos y carnes tiernas son los protagonistas naturales del otoño.
Dulces y postres típicos de la Castañada
Después del plato principal llega el momento más dulce de la celebración. Los panellets son los auténticos protagonistas: pequeñas bolitas de masa elaboradas con almendra molida, azúcar y huevo, cubiertas de piñones, coco o café. Se acompañan con castañas asadas y boniatos al horno, y un vaso de moscatel o vino rancio, que realza los sabores tostados del conjunto.
Si buscas una alternativa más ligera, puedes preparar brochetas de fruta asada o manzanas al horno con miel y canela. Son opciones sencillas, deliciosas y perfectas para cerrar una comida otoñal sin excesos.
Productos de temporada para una mesa auténtica
La clave de una buena comida de la Castañada está en la calidad y frescura de los ingredientes. En esta época destacan las carnes de cerdo, pollo y ternera, combinadas con verduras de temporada como boniatos, calabazas, cebollas, alcachofas y setas.
Además, los frutos secos (nueces, almendras, piñones) y las frutas deshidratadas aportan ese toque rústico y cálido que define la cocina de otoño. Integrar estos ingredientes en tus platos no solo mejora el sabor, sino que refuerza la conexión con la tierra y las tradiciones locales.
Celebrar la Castañada es mucho más que preparar una comida: es mantener viva una tradición que une generaciones. Es el momento de llenar la casa de aromas, de encender el horno y de compartir alrededor de la mesa.
Ya sea con un pollo guisado con castañas, una butifarra con setas o un asado familiar, lo importante es disfrutar del sabor del otoño y de la compañía.
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Porque las grandes celebraciones comienzan siempre con ingredientes de calidad.
La Castañada no es solo una comida: es una forma de celebrar el otoño, reunirse en familia y mantener vivas las tradiciones más nuestras.